Todos los trucos para hacerte la manicura perfecta sin salir de casa

Jueves 2 de Abril del 2020

Fotos: IMAXTREE

La llegada de las manicuras permanentes, de los servicios a domicilio y del 'low cost' ha hecho que en los últimos años llevar siempre las uñas en perfecto estado de revista en cuanto a cuidados y esmaltado sea una constante. La larga duración del color que se obtiene con los servicios profesionales es un plus para recurrir a ellos, cuando el tiempo del que se dispone es poco.

Pero en estos momentos en los que tenemos que hacer la vida en casa (al menos, todos a los que nos sea posible), estos lujos 'manicuriles' tienen que quedar aplazados. Lo que no quiere decir que no podamos llevar unas uñas impecables. Lo que toca es ponerse manos a la obra y recordar cómo se puede conseguir una manicura de 10 sin salir de casa.

¿Preparadas? Un buen acondicionamiento

Hay mucha tela que cortar antes de dar el color. Son pasos fundamentales para preparar las uñas y que así el esmaltado se haga sobre la superficie mejor tratada. De este modo, antes de darse a los pinceles hay que...

  • Limar. Conviene hacerlo siempre en la misma la misma dirección, teniendo en cuenta la forma natural de la uña, así se evitan la rotura y la microlaminación. Las limas más indicadas son las de zafiro y las de fibra de vidrio. "El grano más grueso es óptimo para acortar el largo en un limado inicial; el fino, para perfilar de manera suave", concreta Silvia Reyes, de Beter, firma experta en el cuidado de las uñas. Los pulidores (limas de cuatro caras) se pasan cada 15 días o tres semanas para exfoliar, unificar y dar brillo a la superficie.
  • Cortar o no cortar... Hablamos de las cutículas. En líneas generales, es preferible no hacerlo, aunque hay centros donde es parte de la técnica habitual, así los dedos se ven más esbeltos. Retirarlas un poco hacia atrás sería suficiente para conseguir ese efecto. "Hay que mantenerlas hidratadas a diario con aceites para mantenerlas nutridas y, el día que te haces la manicura, empujarlas suavemente con un palito de naranjo o vidrio templado", sugiere Reyes.
  • Hidratar y secar. Lavar las manos bien y nutrirlas a conciencia repercutirá en las fases posteriores y asegurará un resultado final intachable. Cuando la piel del borde de las uñas está bien hidratada, es mucho más sencillo retirar los restos de esmalte, si nos hemos salido, una vez estén secos. Pero para evitar que la crema repela el esmalte, hay que pasar un algodón humedecido en quitaesmalte sobre la superfice de la uña.

¡Listas! La hora de los pinceles

Una vez se haya absorbido del todo la crema, es el momento de darse al color. ¡Ojo! No sin antes aplicar una base protectora. ¿Por qué? No solo evita que la uña amarillee y se estropee, sino que también funciona para que, después, el color se quede mejor anclado a ella. ¿Que da pereza? Sí. ¿Que es fundamental? También.

Hay que dejar que la base seque, unos minutillos bastan, y se procede con el color. Aquí, la precisión y mañana de cada una harán que el color se ajuste más o menos a los límites naturales de la uña, pero no hay que agobiarse ni frustrarse: los errores se corrigen al final del proceso. Sí hay que tener en cuenta tres cosas fundamentales:

  1. Hay que dar dos capas de color (cuando no tres si el esmalte es muy claro, poco denso...). Así se garantiza un resultado más profesional y una vida más larga del esmaltado.
  2. Conviene esperar unos minutos entre una capa y otra, para dejar que la primera seque bien.
  3. Pasar el pincel con color por el filo de la uña hará que no empiecen a estropearse justo por ahí. Insistimos: no pasa nada si te sales, luego se arregla.

Y... ¡Ya!

Una vez se deja reposar el color, unos minutos, le toca el turno al 'top coat', ese gran olvidado que es fundamental porque: fija el resultado, da brillo, unifica la superficie (disimulando así que otro erorcillo que hayamos cometido). Pero también funciona aplicar una capa entre una manicura y otra para que esta reviva unos días más si se ha quedado opaca por los avatares del día a día.

Acabados todos estos pasos, es el momento de relajarse y esperar a un secado total y completo, que es el que garantizará el aspecto perfecto y la duración máxima. ¿Cómo saber si están secas? Se puede medir en series, un capítulo de 45 min-una hora para un secado de urgencia, dos para alcanzar la perfección. Si no te van la series, cuando al acercar la superficie de una uña a otra, con cuidado extremo, no se peguen la una a la otra sino que suene 'tic tic'.

¡Ah! Y ahora se corrigen los errores: se impregna con quistaesmalte un bastoncillo para los oídos o un palito de naranjo al que se pone en la punta un poco de algodón, y se repasa concienzudamente la piel que ha quedado lacada.

Fuente: http://ow.ly/Lc4z30quFQL